En el mundo digital actual,las compras online han llegado para quedarse. La facilidad con la que podemos pedir, ver y devolver artículos ha cambiado drásticamente nuestro comportamiento de compra. Por desgracia, esta comodidad a menudo conduce a devoluciones descuidadas, lo que afecta negativamente a la sostenibilidad y a los costes.
Devoluciones de artículos usados y sin abrir
No es raro que los clientes devuelvan artículos sin ni siquiera abrir el embalaje. Algunos artículos incluso se devuelven usados, sin perdón. Esto no sólo es frustrante para los vendedores, sino también perjudicial para el medio ambiente y la economía.
Improvisar con envases
Regularmente vemos devoluciones en las que los artículos se devuelven sin caja de envío, o en embalajes alternativos como una caja de cereales, una caja de zapatos o incluso papel de regalo. En casos extremos, recibimos artículos cubiertos de cerumen u otras formas de contaminación. Esto hace que los artículos sean invendibles y contribuye a generar residuos innecesarios.
Un ejemplo: El teléfono devuelto
Hoy, incluso hemos recibido un teléfono fijo en una bolsa de plástico como envío de devolución. No había caja de envío, ni embalaje del producto, ni manual de usuario. Sólo el teléfono con unos cuantos cables. Este tipo de devoluciones son especialmente problemáticas, ya que inutilizan el producto para su reventa.
Envases incompletos
Además, a menudo recibimos devoluciones con el embalaje incompleto. Estos paquetes se vuelven a envolver y pegar con cinta adhesiva como si no hubiera pasado nada. Esto dificulta la reventa de los artículos y genera costes adicionales y residuos.
¿Por qué este comportamiento?
Esto plantea una pregunta importante: ¿por qué es tan difícil pedir sólo lo que realmente necesitas y te conviene? ¿Por qué no llamar si no estás seguro de estar comprando el artículo correcto? ¿Y por qué no ir a la tienda a probarte el artículo si no estás seguro de la talla?
Consecuencias para la sostenibilidad
Pedir varios colores del mismo artículo, para acabar quedándose sólo con uno y devolviendo el resto, es una práctica cada vez más habitual. Aunque esto pueda parecer cómodo para los consumidores, tiene graves implicaciones para la sostenibilidad. Cada devolución supone más transporte, más material de embalaje y, en última instancia, más residuos.
Un llamamiento al cambio
Todos queremos que nuestro planeta dure más. Sin embargo, muchas personas parecen no ser conscientes de las consecuencias de su comportamiento a la hora de comprar. Devolver productos sin cuidado no sólo contribuye a aumentar la huella de carbono, sino que también incrementa los costes para las empresas. Estos costes acaban repercutiendo en los consumidores, encareciendo los artículos.
¿Cómo podemos cambiar este comportamiento?
Nos preguntamos seriamente: ¿por qué la gente es tan egoísta en su comportamiento de compra? Y lo que es más importante, ¿cómo podemos cambiar este comportamiento? Ha llegado la hora de la conciencia y la responsabilidad colectivas. Sólo trabajando juntos podremos garantizar que nuestro planeta dure más y que tengamos un futuro más sostenible.
Llamada a la acción
Invitamos a todos a aportar ideas sobre cómo abordar este problema de las devoluciones. ¿Cómo podemos concienciar a los consumidores del impacto de sus devoluciones? ¿Cómo podemos motivarles para que pidan sólo lo que realmente necesitan y tengan cuidado con los productos que devuelven?
Trabajemos juntos por un futuro más sostenible. Cada granito de arena ayuda, y juntos podemos marcar una gran diferencia.
Atentamente,