¿Cómo funciona la audición y qué ocurre con la pérdida de audición?

¿Cómo funciona la audición y qué ocurre con la pérdida de audición?

En Horend Goed ayudamos a diario a personas que notan que su audición ya no es lo que era. A veces aparece lentamente: oyes la televisión un poco más alta, te pierdes partes de las conversaciones o ya no reconoces bien la dirección del sonido. Para entender bien lo que ocurre, es útil saber exactamente cómo funciona la audición y qué ocurre cuando se interrumpe ese proceso.

En este artículo explicamos de forma comprensible cómo capta el oído el sonido, cuáles son las distintas formas de pérdida auditiva y qué soluciones existen hoy en día.


¿Cómo funciona nuestra audición?

La audición es una inteligente interacción de tres partes: el oído externo, el oído medio y el oído interno.

  1. El oído externo capta las ondas sonoras. El pabellón auricular y el conducto auditivo garantizan que el sonido se amplifique de forma natural y se dirija hacia el tímpano.
  2. El oído medio comienza en el tímpano. Éste vibra junto con el sonido y transmite las vibraciones a tres pequeños huesos: el martillo, el yunque y el estribo. Éstos amplifican el sonido y lo transmiten al oído interno.
  3. El oído interno (cóclea o caracol) convierte las vibraciones en señales eléctricas. Estas señales se envían a través del nervio auditivo al cerebro, donde se «traducen" en sonidos reconocibles: el habla, la música, el tráfico, los pájaros… todo lo que oímos en nuestra vida cotidiana.

Si alguna de estas partes funciona mal, el sonido ya no puede transmitirse correctamente y hablamos de pérdida de audición.


Diferentes tipos de pérdida auditiva

Existen varios tipos de pérdida de audición, según el lugar del oído donde se localice el problema. A grandes rasgos, distinguimos tres formas:

1. Pérdida de conductividad

En la hipoacusia conductiva, el sonido no pasa correctamente a través del oído externo o medio.
Esto puede deberse al cerumen, a una infección del oído medio, a daños en el tímpano o en los huesecillos, por ejemplo. Entonces, el sonido entra, pero demasiado débilmente, como si alguien hablara con la mano sobre la oreja.

2. Hipoacusia perceptiva

En esta forma, la causa reside en el oído interno o en el nervio auditivo. Los cilios de la cóclea, que convierten las vibraciones sonoras en señales para el cerebro, resultan dañados. Es la forma más frecuente de pérdida de audición y suele producirse por envejecimiento, exposición prolongada al ruido o factores hereditarios.

Las personas con pérdida auditiva neurosensorial experimentan que aún pueden oír hablar a los demás, pero no entienden bien las palabras. Suena como si todo estuviera mezclado, sobre todo en compañía.

3. Pérdida auditiva mixta

A veces hay una combinación de ambas cosas. Entonces, el sonido se transmite mal y se procesa mal. En ese caso, es necesaria la personalización para favorecer la audición en la medida de lo posible.


¿Cómo sabes si tienes pérdida de audición?

Muchas personas no se dan cuenta de la pérdida de audición hasta tarde. A menudo comienza de forma sutil:

  • Pides repeticiones más a menudo («¿Qué dices?")
  • La televisión o la radio son un poco más ruidosas
  • Oyes el sonido pero no entiendes bien las palabras
  • Las conversaciones en grupo cuestan más energía
  • Oyes silbidos o siseos (acúfenos)

¿Lo reconoces? Entonces conviene hacerse una prueba de audición. En Horend Goed, medimos la audición en distintos tonos y vemos exactamente dónde está el umbral. De este modo, podemos determinar si hay una pérdida de audición leve, moderada o grave, y cuál es la mejor solución.


El papel del cerebro en la audición

Mucha gente piensa que la audición sólo se produce en el oído, pero la mayor parte del trabajo tiene lugar en el cerebro. Tu cerebro tiene que reconocer, distinguir y dar significado a las señales entrantes. Cuando el oído funciona mal, el cerebro recibe muy poca información o información distorsionada. Esto hace que escuchar sea más difícil: tienes que concentrarte más, te cansas más rápido y a veces te sientes «fuera de lugar" en una conversación.

Las buenas soluciones auditivas pretenden precisamente reducir esta tensión. No sólo amplifican el sonido, sino que también lo hacen más claro y natural, para que tu cerebro no tenga que trabajar tanto.


Soluciones auditivas modernas

La tecnología actual va mucho más allá de la «mera amplificación". Los audífonos e implantes modernos son pequeños ordenadores que analizan el sonido y se adaptan automáticamente al entorno. Esto supone una gran diferencia en la vida cotidiana.

Audífonos

Para la mayoría de las formas de pérdida auditiva, los audífonos ofrecen una solución excelente. Los hay de distintos diseños: retroauriculares, intraauriculares o incluso casi invisibles.
Ventajas clave:

  • Adaptación automática al entorno: tranquilo, ajetreado, al aire libre o en interiores.
  • Amplificación selectiva del habla: las voces son más claras y el ruido de fondo más suave.
  • Conexión inalámbrica al teléfono o al televisor mediante Bluetooth.
  • Pilas recargables, así que nada de juguetear con pequeñas pilas de botón.

Sistemas de anclaje óseo

Con algunas formas de pérdida de audición -por ejemplo, si el oído medio está dañado- el sonido puede conducirse a través del hueso en lugar del conducto auditivo.
Un sistema auditivo denominado osteointegrado convierte el sonido en vibraciones que viajan directamente a través del hueso del cráneo hasta el oído interno.
Esta técnica es ideal para las personas en las que los audífonos ordinarios no producen resultados suficientes, por ejemplo, con infecciones crónicas de oído o un cierre del conducto auditivo.


¿Qué significa esto en la vida cotidiana?

El objetivo de cualquier solución auditiva es sencillo: hacer menos esfuerzo para oír.
Tanto si estás manteniendo una conversación con la familia, viendo la televisión o montando en bicicleta al aire libre, un audífono correctamente ajustado garantiza que el sonido llegue de forma natural, para que puedas centrarte en lo importante.

Muchos usuarios descubren, tras un breve periodo de habituación, que se cansan menos y están más relajados participando en conversaciones. No se trata sólo de una ayuda técnica, sino de una parte de la calidad de vida que se recupera.


¿Qué puedes hacer tú mismo?

  • Hazte revisar la audición anualmente, sobre todo si notas que la comprensión se hace más difícil.
  • Evita la exposición prolongada a ruidos fuertes.
  • No te limpies los oídos con bastoncillos de algodón, porque pueden dañarlos.
  • Limpia los audífonos con regularidad y úsalos a diario para que tu cerebro siga acostumbrándose al sonido mejorado.

La solución correcta empieza por un buen asesoramiento

Cada forma de pérdida auditiva es diferente. Por eso en Horend Goed siempre nos tomamos tiempo para escuchar tus experiencias y deseos. Hacemos una medición auditiva exhaustiva, comentamos los resultados y te dejamos oír y sentir distintas opciones.

Ya sea un discreto dispositivo intraauricular, un potente modelo retroauricular o un sistema avanzado que se ajusta automáticamente, lo importante es que se adapte a ti.

La audición es algo personal. Y nos encantaría ayudarte a que vuelva a ser lo más cómoda posible.


¿Quieres saber más?

¿Sientes que tu audición se está deteriorando, o simplemente te gustaría que te hicieran una medición sin compromiso de tu audición? Ponte en contacto con Horend Goed o ven a vernos. Nos tomaremos el tiempo necesario para asesorarte y hacerte experimentar lo que las modernas soluciones auditivas actuales pueden hacer por ti.

Porque oír mejor empieza por prestar atención, y nos gusta dedicarle tiempo.

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