El sonido es tan natural para nosotros en la Tierra que a menudo ni siquiera pensamos en él. Oyes los pájaros por la mañana, el tráfico en la calle, la música de tus auriculares y puede que incluso el suave zumbido de tu frigorífico. Pero, ¿qué ocurre cuando salimos de nuestro planeta familiar? ¿Se puede oír algo en el espacio? ¿Existe el sonido fuera de la Tierra, o es un gran silencio ensordecedor?
En este blog, nos sumergimos en el fascinante mundo del sonido, los viajes espaciales y la ciencia. Explicamos qué es realmente el sonido, cómo se propaga, por qué funciona de forma diferente en el espacio y cómo los astronautas pueden seguir hablando entre ellos. Y nos preguntamos si, después de todo, podría haber formas de percibir el «sonido" en el cosmos.
¿Qué es el sonido?
Antes de dar el salto al espacio, debemos comprender qué significa el sonido en la Tierra. El sonido se crea por vibraciones. Cuando algo vibra -por ejemplo, una cuerda de guitarra, un altavoz o tus cuerdas vocales- pone en movimiento las moléculas de aire que lo rodean. Esas moléculas chocan entonces con otras moléculas, creando una onda de diferencias de presión del aire. Nuestro oído capta esas vibraciones y nuestro cerebro las traduce en sonido.
En pocas palabras: el sonido necesita un medio para desplazarse. Ese medio puede ser el aire, pero también el agua, el acero o incluso tus propios huesos.
El espacio: un vacío sin medio
Y ahí es donde el zapato se retuerce inmediatamente. El espacio es esencialmente un vacío: no hay o apenas hay partículas que puedan transmitir vibraciones. Sin un medio, una onda sonora no puede propagarse. Esto significa que, estrictamente hablando, en el espacio no puede oírse ningún sonido tal como lo conocemos.
Cuando una nave espacial explota en el cosmos profundo, tiene un aspecto espectacular, pero a diferencia de las películas de Hollywood, allí no se oye un dramático «BOOM". Para un astronauta que observa, permanece en silencio.
Pero, ¿cómo se comunican los astronautas?
Te preguntarás: si el sonido no puede propagarse en el espacio, ¿cómo pueden entenderse los astronautas? Para ello se utilizan las comunicaciones por radio. Los astronautas llevan cascos con micrófonos que graban sus voces. Estas señales se convierten en ondas de radio, una forma electromagnética de energía que puede viajar por el espacio. Por su parte, la radio vuelve a convertir las señales en sonido.
En el interior de una nave espacial o estación espacial, por cierto, se puede oír el sonido porque allí hay aire. Por tanto, los astronautas oyen el zumbido de los sistemas de ventilación, el chasquido de los interruptores y las conversaciones de los compañeros. Sólo fuera, en el vacío real del espacio, cesa el sonido.
El sonido en la ciencia ficción: a menudo poco realista
Cualquiera que haya visto una película de ciencia ficción sabe que a menudo se añaden efectos de sonido espectaculares a las batallas espaciales o a las explosiones. Piensa en el rugido de los motores o el sonido chirriante de los láseres. Parece emocionante, pero científicamente no es cierto. En realidad, esas escenas serían completamente silenciosas.
Sin embargo, los cineastas lo hacen deliberadamente: el silencio no resulta natural para el espectador y reduciría la tensión. Una excepción es la película 2001: Odisea del espacioen la que el director Stanley Kubrick representó el silencio del espacio de forma realista.
Entonces, ¿no existe sonido alguno fuera de la Tierra?
Es una pregunta interesante. En sentido estricto, no hay sonido audible en el vacío. Pero en el universo hay vibraciones y ondas que sí se propagan de otra manera:
1. El sonido en las nubes de gas y los planetas
Aunque el espacio profundo es un vacío, hay lugares donde sí existen partículas. Piensa en las nubes de gas, las atmósferas planetarias o el sol. Ahí es donde puede propagarse el sonido, aunque suene de forma muy distinta a como lo hace en la Tierra. Por ejemplo, la NASA ha realizado mediciones de ondas sonoras en la atmósfera de Marte. Éstas suenan más bajas y lentas que en la Tierra porque la atmósfera es más fina y fría.
2. Ondas espaciales convertidas en sonido
Los astrónomos pueden convertir la radiación electromagnética, las ondas de radio o incluso las ondas gravitatorias en tonos audibles. Esto se hace a menudo para comprender mejor fenómenos como los agujeros negros o los púlsares. Por ejemplo, la NASA ha hecho audibles los «sonidos" del espacio traduciendo los datos en audio. El resultado suele ser una especie de zumbido, un sonido alienígena más propio de la ciencia ficción que de un piano.
3. Vibraciones en estructuras
Si estás en una nave espacial o en un traje espacial y golpeas algo, el sonido puede propagarse a través de los materiales sólidos. Así, un astronauta que golpea su propio casco puede oírlo, pero no a través del espacio, sino a través de las vibraciones provocadas por el propio traje.
¿Cómo «sonaría" el espacio?
Supongamos que aún pudiéramos sintonizar mágicamente nuestros oídos con las vibraciones y ondas que existen en el universo. Entonces probablemente oiríamos una cacofonía de zumbidos graves, ritmos pulsantes y pitidos agudos. Los púlsares, por ejemplo, emiten señales con un ritmo extremadamente preciso, casi como si alguien empuñara un metrónomo cósmico. Los agujeros negros producen bajas frecuencias muy por debajo de nuestro rango de audición, pero -a mayor escala- suenan como profundos golpes.
La idea de que el cosmos está lleno de «música inaudible" ha inspirado a muchos científicos y artistas.
¿Por qué es tan importante el silencio en el espacio?
Para los astronautas, el silencio del espacio no sólo es fascinante, sino también un factor de seguridad. Como no pueden oír nada fuera de la nave espacial, dependen totalmente de la comunicación a través de sus auriculares. Por tanto, perder el contacto por radio puede poner en peligro su vida.
Además, el silencio puede ser psicológicamente agotador. En la Tierra, estamos constantemente rodeados de sonido, y el silencio suele considerarse tranquilizador. Pero en el espacio, la sensación de ausencia total de sonido también puede evocar una sensación de aislamiento. Por eso se añaden sonidos deliberadamente en el interior de las estaciones espaciales: los sistemas de ventilación y el ruido de fondo hacen que los astronautas se sientan menos solos.
El simbolismo del silencio en el espacio
La ausencia de sonido en el espacio también tiene un lado filosófico. Nos recuerda que nuestra forma de percibir es sólo una de tantas. El sonido, tal como lo conocemos, es un fenómeno que sólo puede existir en una pequeña y delgada envoltura alrededor de nuestro planeta. Fuera de esa envoltura, se aplican reglas completamente distintas.
Deja claro lo especial que es que podamos experimentar el sonido aquí en la Tierra: desde la música hasta las conversaciones, desde el mar hasta el viento. En el espacio, nada de eso existe. Quizá ésa siga siendo la mayor lección: precisamente porque allí el silencio es la norma, aprendemos a apreciar más el sonido en la Tierra.
El silencio como verdadero «sonido" del cosmos
Entonces, ¿existe el sonido fuera de la Tierra? La respuesta honesta: no tal como lo conocemos. El vacío del espacio carece de un medio que transporte las ondas sonoras, por lo que todo queda en silencio. Sin embargo, existen suficientes vibraciones y ondas que -con algo de creatividad y tecnología- podemos convertir en señales audibles. Así, después de todo, podemos escuchar el cosmos, aunque sea indirectamente.
Así que los astronautas nunca oirán una explosión fuera de su nave espacial, pero dentro de su casco o de su estación afortunadamente seguirá habiendo mucho que oír. Y para nosotros, en la Tierra, puede ser reconfortante saber que nuestra vida cotidiana resplandece de sonido, algo totalmente imposible en la mayor parte del universo.
