El alcohol es una de las sustancias más consumidas en todo el mundo, y tiene muchos efectos sobre el organismo. Uno de los efectos menos discutidos del consumo de alcohol es su repercusión en la audición. Tanto a corto como a largo plazo, el alcohol puede tener efectos nocivos en la audición, desde la pérdida temporal de audición hasta daños más graves en el sistema auditivo. En este blog analizamos las distintas formas en que el alcohol puede afectar a tu audición, los posibles riesgos y lo que puedes hacer para protegerla.
Cómo afecta el alcohol a tu audición
El alcohol afecta a distintas partes del sistema auditivo, desde el oído interno hasta el cerebro. Con un consumo de alcohol de bajo a moderado, los efectos pueden ser sutiles, pero con un consumo excesivo, el alcohol puede causar daños duraderos o incluso permanentes.
Problemas auditivos temporales causados por el alcohol
Después de beber alcohol, muchas personas pueden notar un deterioro temporal de la audición. Esto se debe a que el alcohol suprime el sistema nervioso central, que afecta al modo en que procesamos el sonido. La audición puede verse afectada temporalmente, con una sensación de oído sordo o apagado. Se trata de un efecto secundario temporal que desaparece cuando el alcohol se descompone en el organismo.
El alcohol y el riego sanguíneo del órgano de la audición
El alcohol afecta a la circulación sanguínea en el cuerpo, y el flujo sanguíneo al oído interno también puede reducirse. El oído interno es la parte del oído responsable de convertir las ondas sonoras en señales eléctricas que se envían al cerebro. Cuando se interrumpe el suministro de sangre al oído interno, puede interferir en el funcionamiento de las células ciliadas del oído, que son cruciales para la audición. Esto puede provocar problemas auditivos temporales, como acúfenos o problemas de audición.
Daños auditivos a largo plazo por el alcohol
El consumo excesivo de alcohol a largo plazo puede provocar lesiones auditivas permanentes. Se ha demostrado que el alcohol aumenta el riesgo de pérdida de audición, especialmente cuando se combina con otros factores como la exposición al ruido. Con el consumo crónico de alcohol, las células ciliadas del oído interno pueden dañarse o incluso morir, provocando una pérdida de audición permanente.
Otra forma en que el alcohol puede ser perjudicial para la audición durante mucho tiempo es interfiriendo en la función del oído interno y del sistema nervioso auditivo. La exposición prolongada al alcohol puede dañar los nervios que intervienen en el proceso auditivo, lo que a la larga puede provocar lesiones auditivas permanentes.
Alcohol y acúfenos
El acúfeno, o tinnitus, es una afección caracterizada por la audición de sonidos como pitidos, zumbidos o silbidos en los oídos, sin que exista una fuente externa de sonido. Los acúfenos pueden deberse a varios factores, como el consumo excesivo de alcohol.
El alcohol puede aumentar la tensión arterial, lo que puede contribuir al desarrollo del tinnitus. Además, el alcohol puede afectar al sistema nervioso, lo que puede aumentar la sensibilidad al sonido. En consecuencia, las personas propensas a padecer tinnitus pueden notar que sus síntomas empeoran después de beber alcohol.
La relación entre el alcohol y las lesiones auditivas inducidas por el ruido
Uno de los principales riesgos del consumo de alcohol en relación con las lesiones auditivas es el aumento de la vulnerabilidad al ruido. Cuando consumes alcohol, tu organismo pierde la capacidad de procesar eficazmente el sonido, lo que reduce la protección frente al ruido. Las personas bajo los efectos del alcohol corren mayor riesgo de sufrir lesiones auditivas por exposición a ruidos fuertes, como en conciertos, discotecas u otros entornos ruidosos.
El alcohol disminuye la respuesta de tu cuerpo a los ruidos fuertes, por lo que es menos probable que notes los efectos nocivos de la contaminación acústica. Esto puede hacer que permanezcas más tiempo en entornos ruidosos sin protección, aumentando el riesgo de daños permanentes en tu audición.
Cómo afecta el alcohol al cerebro y a la audición
El cerebro desempeña un papel crucial en cómo percibimos el sonido. El alcohol afecta al cerebro, especialmente a las regiones cerebrales responsables de procesar el sonido y la audición. La exposición prolongada al alcohol puede provocar cambios en la forma en que el cerebro procesa el sonido, con los consiguientes problemas de audición.
El consumo prolongado de alcohol puede provocar cambios en las conexiones entre las células cerebrales implicadas en la audición. Estos cambios pueden reducir la capacidad de interpretar los sonidos correctamente, incluso cuando la audición en sí está en buenas condiciones. Este fenómeno suele asociarse a la denominada «pérdida auditiva neurosensorial», en la que el cerebro es incapaz de procesar los sonidos correctamente a pesar de que el sistema auditivo esté intacto.
Grupos de riesgo: ¿Quién tiene más riesgo de sufrir daños auditivos por el alcohol?
Aunque todas las personas que consumen alcohol corren el riesgo de padecer problemas auditivos, hay determinados grupos que son más vulnerables a los daños auditivos provocados por el alcohol:
- Personas que suelen estar en entornos ruidosos: como músicos, DJ o trabajadores de la construcción, que están expuestos regularmente a ruidos fuertes.
- Personas que beben mucho: El consumo crónico de alcohol tiene más probabilidades de causar lesiones auditivas permanentes.
- Personas con dolor de oídos o problemas de audición: Para las personas que ya padecen pérdida de audición o dolor de oídos, el alcohol puede empeorar los síntomas o agravar la situación.
Prevenir los daños auditivos causados por el alcohol
Aunque es difícil evitar por completo que el alcohol afecte a tu audición, hay algunas medidas que puedes tomar para reducir los riesgos:
- La moderación es la clave: Intenta limitar el consumo de alcohol y garantizar un equilibrio saludable. No es necesario excederse cada vez que bebes, sobre todo si sabes que eres propenso a tener problemas de audición.
- Utiliza protección auditiva: Si te expones regularmente a ruidos fuertes, por ejemplo en conciertos o discotecas, utiliza protección auditiva para evitar daños en tu oído.
- Evita la exposición prolongada al ruido: Intenta limitar el número de veces que te encuentras en ambientes ruidosos, sobre todo si has bebido.
- Sé consciente de tu audición: presta atención a las señales que emite tu cuerpo y toma las medidas necesarias para proteger lo que aún esté intacto.
Conclusión
El alcohol no sólo afecta al hígado, el corazón o el cerebro, también puede tener efectos nocivos en tu audición. Desde la pérdida temporal de audición hasta el daño permanente del sistema auditivo, el alcohol afecta a tu audición de múltiples formas. Es importante ser consciente de estos riesgos y tomar precauciones, como limitar el consumo de alcohol y llevar protección auditiva en ambientes ruidosos. De este modo, puedes proteger tu audición y disfrutar de tu salud a largo plazo.