Si alguna vez has observado una onda sonora -en una aplicación, en un sonómetro o simplemente en la televisión-, es probable que hayas visto un gráfico con picos y depresiones. Ese movimiento ondulatorio dice algo sobre el sonido. Y uno de los conceptos más importantes de esa onda es la amplitud. Pero, ¿qué significa exactamente? ¿Y por qué es importante cuando hablamos de audición y protección auditiva?
En este blog te lo explicamos todo. Sin teoría complicada, sólo comprensible, con ejemplos y explicaciones prácticas. Porque aunque «amplitud» suene a algo para físicos o ingenieros de audio: también toca tus oídos. Todos los días.
Sonido = vibración
Volvamos a lo básico por un momento. El sonido se crea por las vibraciones del aire. Una voz, un motor, una cuerda de violín, una palmada… todo hace vibrar el aire. Tus oídos captan esas vibraciones y tu cerebro las traduce en sonido.
Dicha vibración puede representarse como una onda. Esa onda sube y baja, con una determinada velocidad (frecuencia, medida en hercios - también escribimos un blog sobre ello) y una determinada altura. Y ahí es donde entra en juego la amplitud.
Amplitud = fuerza de la vibración
La amplitud de una onda sonora indica la fuerza o intensidad de la vibración. En pocas palabras, cuanto mayor es la amplitud, más fuerte es el sonido. Puedes compararlo con la altura de las olas en el mar. Las olas bajas son agua que chapotea suavemente. ¿Olas altas? Son las que rugen con fuerza.
Lo mismo ocurre con el sonido. Una amplitud pequeña suena suave, una amplitud grande suena fuerte. Por eso, cuando hablas en voz baja con alguien en el salón, tu voz tiene una amplitud menor que cuando tienes que gritar fuerte en un concierto para pasar por encima de la música.
Amplitud y decibelios
La amplitud no es exactamente lo mismo que el volumen, pero tienen todo que ver entre sí. Medimos la intensidad del sonido en decibelios (dB), y esto se basa en la amplitud de las ondas sonoras.
Por tanto, un sonido con una gran amplitud suele tener también un mayor número de decibelios. Y como probablemente sepas: a partir de unos 85 dB, el sonido empieza a ser perjudicial para tus oídos si te expones a él durante demasiado tiempo. Piensa en festivales, montar en moto sin tapones o martillear una tabla sin protección auditiva.
Por qué la amplitud es importante para tus oídos
Tus oídos están hechos para captar vibraciones sutiles, como el susurro de las hojas o una voz suave. Pero los sonidos fuertes (es decir, de gran amplitud) hacen trabajar mucho al tímpano. Si esto ocurre a menudo o durante largos periodos de tiempo, el oído interno puede sobrecargarse. Entonces se dañan los cilios de la cóclea, lo que provoca lesiones auditivas o acúfenos.
Por eso la amplitud -aunque suene técnico- es algo que hay que tomarse en serio. Sobre todo en un mundo en el que los ruidos fuertes están por todas partes: tráfico, música, quehaceres, fiestas, aviones, juegos, acontecimientos deportivos… Tus oídos tienen que soportar mucho cada día.
Amplitud en la imagen: ¿qué ves?
Si observas una grabación de sonido, por ejemplo en una aplicación de audio o mientras editas un vídeo, a menudo verás un gráfico con esas ondas típicas. El eje vertical muestra la amplitud: lo altos o profundos que son los picos y los valles.
- Una voz suave o un ruido de fondo tiene ondas estrechas y bajas.
- ¿Un grito o una explosión fuerte? Picos grandes y altos en el gráfico.
Esa imagen visual ayuda a los ingenieros de sonido a mezclar música, por ejemplo, pero también da una idea de lo alto que está algo, y de si existe riesgo de daños auditivos.
¿Puedes medir tú mismo la amplitud?
¡Claro que sí! Con un medidor de decibelios o una aplicación de decibelios en tu teléfono, puedes ver en la práctica lo ruidoso que es tu entorno. No mide literalmente la amplitud como en física, sino que la traduce a un valor de dB utilizable. Así puedes comprobar si, por ejemplo, es inteligente llevar tapones en el gimnasio, mientras trabajas con máquinas o en tu concierto favorito.
Una herramienta práctica, pues, si quieres economizar con tu audición, y eso no es ningún lujo.
Tapones para los oídos: tu filtro para la amplitud
Afortunadamente, no tienes por qué alejarte de todo lo ruidoso. Con unos buenos tapones, puedes seguir disfrutando de la música, dar un paseo en moto o ir a una carrera, sin que te molesten los oídos. Esto se debe a que los tapones reducen la amplitud del sonido que entra en tus oídos. No quitando el sonido, sino haciéndolo más suave.
Hay varios tipos:
- Tapones universales con filtro musical: perfectos para festivales o conciertos
- Tapones a medida: máxima comodidad y protección
- Orejeras: buenas para situaciones extremadamente ruidosas, como obras o días de circuito
- Combinaciones de gorros y capuchones: para niños o personas con oídos muy sensibles
Así que elige lo que más te convenga a ti y a la situación, y tus oídos se mantendrán sanos.
Resumen: la amplitud es la potencia del sonido
Recapitulemos:
- Amplitud = altura de la onda sonora
- Cuanto mayor es la amplitud, más fuerte es el sonido
- Gran amplitud = más riesgo de lesión auditiva
- Los tapones ayudan reduciendo la amplitud que llega a tus oídos
- La medición y protección inteligentes te ayudan a disfrutar de tu audición durante mucho tiempo
En conclusión
Tanto si te gusta la música alta como si trabajas en un lugar ruidoso o tienes un hijo al que le encanta jugar con auriculares: merece la pena entender algo sobre las ondas sonoras y la amplitud. Te ayuda a tomar decisiones conscientes. No desde el miedo, sino desde el cuidado. Por tus oídos y, por tanto, por tu bienestar.
Porque si hay algo de lo que quieras ocuparte, es de esos dos pequeños y sensibles guardianes que tienes a un lado de la cabeza.
¿Quieres una protección adicional para tus oídos o tienes curiosidad por saber cuál es la protección auditiva adecuada para tu situación? Si es así, por supuesto que estaremos encantados de ayudarte, ¡no tienes más que ponerte en contacto!