La hiperacusia y la misofonía son trastornos que afectan al procesamiento de los sonidos, pero difieren fundamentalmente en su causa y en cómo se expresan. En este blog, aprenderás más sobre qué implican exactamente estos trastornos, cómo reconocerlos y los posibles tratamientos.
¿Qué es la hiperacusia?
La hiperacusia es una afección en la que eres hipersensible a los sonidos normales que los demás no perciben como molestos. Incluso sonidos como el timbre de una puerta o personas que hablan suavemente pueden resultar insoportables.
Síntomas de la hiperacusia
- Los sonidos parecen más fuertes y molestos de lo que realmente son.
- Sensación de dolor o presión en los oídos.
- Estrés, ansiedad o fatiga debidos a la exposición constante a sonidos.
- Evita los entornos ruidosos.
Posibles causas
La hiperacusia puede deberse a varios factores, entre ellos
- Exposición prolongada a ruidos fuertes, como música o maquinaria.
- Traumatismo craneoencefálico.
- Trastornos neurológicos.
- Estrés o ansiedad.
Tratamientos
Aunque la hiperacusia no puede curarse completamente, hay formas de tratarla:
- Terapia de enriquecimiento sonoro: consiste en utilizar sonidos de fondo suaves para reducir la sensibilidad de tus oídos.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): Te ayuda a afrontar mejor el impacto emocional de la hiperacusia.
- Protección auditiva: Utilizar protección auditiva con filtros planos puede amortiguar los sonidos sin distorsionarlos.
¿Qué es la misofonía?
Misofonía significa literalmente «odio al sonido». No se trata del volumen de los sonidos, sino de una reacción emocional intensa a sonidos concretos, como masticar, golpear o respirar.
Síntomas de la misofonía
- Reacciones emocionales fuertes, como ira o asco, ante determinados sonidos.
- Evita las situaciones en las que se produzcan estos sonidos.
- Estrés, irritación y a veces incluso agresividad.
- Dificultad para concentrarse en entornos con desencadenantes.
Posibles causas
Aunque no se conoce del todo la causa exacta de la misofonía, existen algunas hipótesis:
- Cambios en la forma en que el cerebro procesa los sonidos.
- Asociaciones con experiencias pasadas negativas.
- Hipersensibilidad en los centros auditivos o emocionales del cerebro.
Tratamientos
Al igual que ocurre con la hiperacusia, no existe una cura definitiva para la misofonía, pero los siguientes métodos pueden ayudar:
- Terapia de exposición: acostumbrarse gradualmente a los desencadenantes.
- Técnicas de atención plena y relajación: Te ayudan a regular tus reacciones emocionales.
- Uso de ayudas audiológicas: Los auriculares con cancelación de ruido pueden bloquear los sonidos no deseados.
Comparación entre hiperacusia y misofonía
Función | Hiperacusia | Misofonía |
---|---|---|
Característica principal | Hipersensibilidad a los sonidos normales | Respuestas emocionales negativas a determinados sonidos |
Respuesta al sonido | Dolor o malestar físico | Ira, asco o irritación |
Desencadena | Sonidos a volumen normal | Sonidos específicos como masticar o dar golpecitos |
Causas | Daños auditivos o trastornos neurológicos | Posibles factores psicológicos o neurológicos |
Tratamiento | Enriquecimiento sonoro, TCC, protección auditiva | Terapia de exposición, mindfulness, ayudas audiológicas |
Protectores auditivos y filtros
Tanto en la hiperacusia como en la misofonía, la protección auditiva puede ser una herramienta valiosa. Por ejemplo, considera la protección auditiva con filtros planos, que te permiten amortiguar los sonidos sin distorsionarlos. Los auriculares con cancelación de ruido también pueden ser eficaces, sobre todo con la misofonía, para eliminar los sonidos no deseados.
La importancia de un diagnóstico
Es importante buscar ayuda si crees que padeces hiperacusia o misofonía. Un audiólogo puede comprobar tu audición y ayudarte a encontrar los audífonos adecuados. En el caso de la misofonía, un psicólogo puede orientarte para afrontar las reacciones emocionales.
Resumen
La hiperacusia y la misofonía son enfermedades complejas que pueden tener un gran impacto en tu vida diaria. Al comprender la diferencia entre ambas afecciones, puedes buscar soluciones de forma más específica. Ya sea mediante terapia, protección auditiva o una combinación de ambas, siempre hay formas de mejorar tu calidad de vida.